23 Junio 2024. 12º Domingo Tiempo Ordinario, Ciclo B. Mc 4,35-41
Las tormentas son reales, forman parte de la vida: Un despido, un desamor, un fracaso, la muerte, una seria enfermedad, un conflicto…
Amenazan destruir lo que hacemos, lo que somos, lo que esperamos…
Pueden hundir la barca, vulnerable.
Y buscamos refugio, protección…
Jesús comparte nuestra barca. Pero a veces parece que duerme, como si no estuviera. Una presencia silenciosa que no comprendemos.
“Pedid y se os dará”, nos dijo. Pero, ¿qué pasa cuándo el silencio es su única respuesta?
Una fe encarnada en la vida nos conduce a vivir desde la plena confianza.
Cuando eres capaz de decir, con el corazón en la mano, en Ti confío, puedes sentir que por encima de cualquier nubarrón, el sol está y brilla con todo su poder. Puedes, sin verlo, sentir su calor, que atraviesa cualquier tempestad hasta alcanzar tu piel y calmar tu ser.